Muchas personas deciden dejar la vida en la ciudad; les resulta impersonal, estresante y sin demasiados alicientes. En un momento dado rompen con todo y apuestan por la vuelta al estilo de vida de nuestros antepasados, el campo.
Hay personas que deciden comprar una finca para uso personal o incluso deciden dedicar una parte de esta a negocio; granjas escuelas, granjas con productos ecológicos… son algunas de la s apuestas de los emprendedores más «naturalistas».
Para todos los amantes de la naturaleza una finca proporciona:
- Una felicidad que quizás antes no habían conocido envueltos por la vorágine de a ciudad, en la que cada día las carreras y el estrés eran lo único que conocían.
- Salud. En la naturaleza respiramos aire puro, estamos fuera de la contaminación medioambiental, de los ruidos y todo eso se traduce en un bienestar en nuestro cuerpo y mente.
- Nos da la posibilidad de crear nuestro propio empleo sin jefes y con un trabajo que nos gusta. De hecho hay muchas zonas en las que las ventas de fincas se ha disparado gracias a las buenas condiciones que ofrecen en las que se mezclan la vida apacible del campo con las comodidades y las infraestructuras propias de la ciudad. Tal es el caso de la región de Antioquía y sobretodo Rionegro. Adquirir una finca en Rionegro es una buena opción para los amantes de la naturaleza, el estilo de vida sencillo sin tener que renunciar al confort de la vida moderna como hospitales, colegios, buenas carreteras…
- Nos permite invertir en algo que puede ser también el futuro de nuestros hijos, Tanto si quieren poner un negocio, usarlo como vivienda como alquilarlo. También nos ayudará a nosotros a aumentar nuestra fuente de ingresos a la hora de la jubilación.
Antes de comprar una finca estudia bien el mercado y elige lo mejor al mejor precio.