Aunque el coaching se conoce principalmente como un método de entrenamiento aplicable en el ámbito empresarial, hay que señalar que el coaching también puede ser empleado en muchos otros ámbitos de la vida, como por ejemplo en las relaciones de pareja. El coaching se ha trasladado a la vida de familias y parejas como una solución para estrechar lazos, conocerse mejor, ser más empático y en definitiva, entenderse, comprenderse y respetarse.
En la coaching de parejas se pretende potenciar el decir, el escuchar y el entender entre ambos miembros de la pareja. Uno de los mayores conflictos que poseen las parejas es que ninguno se para a escuchar detenidamente lo que el otro tiene que decir, y a la hora de pedir las cosas no se hace correctamente y como debiera hacerse. Los problemas de comunicación únicamente generan conflictos dentro de una pareja.
Los seres humanos somos seres muy interpretativos y es precisamente en este punto donde el coach para parejas se detiene a trabajar. Y es que uno dice lo que dice, y el otro escucha lo que escucha. La principal misión del coach profesional en el ámbito de las relaciones de pareja es lograr el aprendizaje de la escucha, lo cual incluye oír más interpretar. La misión es escuchar y comprender a la otra parte.
El coach también trabajará sobre el lenguaje, un punto muy importante en una relación. Y es que no sólo importa lo que se dice, sino como se dice. Gracias al coach profesional se llevarán a cabo encuentros donde se indagará sobre la manera de expresarse y conversar, así como el lenguaje corporal y el contexto emocional. Señalar que el coaching no es una terapia, ya que el coaching tiene clientes, no pacientes, y la intención es conseguir potenciar la escucha, comprensión, entendimiento y buena comunicación entre la pareja.
