
La cerradura es el primer elemento que protege nuestro hogar, de ahí que resulte tan importante elegir bien. Y hay que tener en cuenta no solo la importancia de instalar cerraduras de seguridad, sino que estas sean realmente efectivas. Lo mejor es dejarse aconsejar por especialistas.
A veces una cerradura que hace tiempo era muy segura ha dejado ya de serlo porque la pericia de los ladrones no tiene límites y han conseguido desarrollar métodos para su apertura. Pero en el mercado siempre hay productos muy seguros que los profesionales conocen bien y que pueden instalar sin problemas. Cerraduras antiganzúa, antibumping, antitaladro… hay muchas posibilidades, por eso lo más conveniente es que sea un cerrajero profesional quien aconseje la más adecuada.
La cerradura de seguridad como elemento disuasorio
Hay que tener en cuenta otro aspecto: en muchas ocasiones los ladrones van a lo fácil, es decir, que ante dos puertas, una con cerradura de seguridad y otra sin ella, siempre abrirán primero la más vulnerable. En ocasiones una buena cerradura es motivo para que los amantes de lo ajeno decidan buscar un blanco más sencillo.
Revisar la seguridad del hogar, comprobando que las cerraduras ofrecen efectivamente la máxima protección es importante. Y hay que comprobarlo en todos los accesos, no solo en el principal. Si una vivienda tiene dos entradas de nada sirve tener una buena cerradura en la puerta principal y una normal en la del patio trasero. Los ladrones lo saben y es por ahí por donde acceden a muchas viviendas.
La instalación de cerraduras de seguridad es, por tanto, una cuestión básica para proteger realmente una vivienda o una oficina. No se trata solo de evitar robos, sino de no ser víctimas de situaciones nada agradables si los ladrones acceden al interior cuando las personas, por ejemplo, se encuentran durmiendo tranquilamente. La seguridad no tiene precio, pero garantizarla con una buena cerradura sale muy barato.